miércoles, 12 de septiembre de 2012

Le había dicho:  Ohm yo no tendré nada para presentar al  Señor en la hora de mi  muere; tendré las manos completamente vacias! ¡Cuanto me apena esto? Me dio una respuesta:  Entonces V. R. no piensa como yo, que me encuentro, sin embargo en las mismas condiciones.  Aunque hubiese llevado a acabo todas las obras de San Pablo, me creería su siervo inútil; enccontraría mis manos vacias.  Pero esto es precisamente lo que mas me alegra, porque no teniendo nada, todo lo recibiré de Dios

No hay comentarios:

Publicar un comentario